La educación no formal juega un papel fundamental en el desarrollo de la cultura sexista. Aparte de los principales agentes socializadores, la familia y la escuela, los medios de comunicación y la publicidad son cada vez más preponderantes en la transmisión de una imagen anacrónica y estereotipada de las mujeres.
Nuevas representaciones, a veces igualmente discriminatorias, coexisten con los estereotipos sexistas tradicionales en torno a las mujeres. Para que los valores y referentes masculinos y femeninos no sean un factor limitador a la hora de configurar la identidad personal, es imprescindible que muchos de los comportamientos, funciones y roles que desempeñan las mujeres sean reconocidos como valiosas formas de ser y de estar en el mundo, como formas de interpretar con libertad la diferencia sexual y no como algo que sirve para justificar las desigualdades entre mujeres y hombres.
Es labor del Instituto de las Mujeres promover la igualdad entre mujeres y hombres en los medios de comunicación, actuando de acuerdo con los objetivos de los Planes de Igualdad y la legislación vigente, que regula los contenidos de los medios y la publicidad para evitar conductas que favorezcan situaciones de desigualdad, la utilización de la imagen de las mujeres con carácter vejatorio o discriminatorio, y sigue las pautas marcadas por acuerdos internacionales como la Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing de 1995, las demandas del Consejo de Europa a los estados miembros para que amolden sus legislaciones, o el Plan de Trabajo para la Igualdad de Mujeres y Hombres 2006-2010 de la Unión Europea.
En este sentido, las acciones que realiza el Instituto de las Mujeres son las siguientes: